Exclusión: ex = afuera y claudere = encerrar
Excluirte es “encerrarte afuera”
Excluirme es “encerrarme afuera”
Paradójicamente, somos una especie que tiene la necesidad vital de pertenecer, algo así como “todos adentro o afuera pero conectados”. Algunos dicen que nuestros ancestros, junto con la agricultura, inventaron la desigualdad, puede ser.
Desde que aprendimos a pensar, insistimos en creer que el mundo funciona de determinada manera, creamos religiones, ideologías, supersticiones, modas, rumores, guiones…que lo explican todo, aún lo que no necesita explicación.
Los seres humanos creamos ficción y vivimos en ella.
Asi es que la maquinaria de la exclusión está fundamentada, en argumentos que producen una incuestionable sensación de certeza, coherencia, seguridad.
Mitiga la culpa que es la única emoción que puede demorar la infamia y, es hereditario! porque todos nacemos a un mundo atestado de sentido, la repartija de lugares nos está esperando. Con la leche templada y con cada canción, vamos aprendiendo a encajar, sin cuestionar. Todo por lealtad, todo por amor.
No nos damos cuenta que las diferencias que inventamos son parasitarias:
Te necesito hembra para ser macho, te necesito negro para ser blanco, te necesito afuera para estar adentro, te necesito viejo para estar vigente.
Pensarlo y comprenderlo a escala humana, bañito de humildad mediante, tal vez ayuda: cuando me dí cuenta que la exclusión está cerca, en mi familia, donde todos somos iguales pero algunos, somos más iguales que otros, dolió.
Cruzar el umbral a los inhóspito.